Fue concebido para responder a problemáticas del abastecimiento energético global, el cambio climático y el impacto a largo plazo de políticas de energía.
Las principales variables exógenas son el PIB y la población para cada país o región.
El modelo incluye recursos petróleos no convencionales, como la pizarra bituminosa y las arenas de alquitrán.
El modelo puede utilizarse para comprobar la sensibilidad del sector energético con respecto al precio del carbono aplicado a los precios de los combustibles fósiles a un nivel sectorial y regional.
Los datos sobre los gastos y eficiencias de tecnologías son proporcionados por la base TECHPOL.
[4] Este modelo puede ser utilizado para comprobar las diferentes escenarios hipotéticos y su análisis, Puede ser especialmente utilizado para comprobar las diferentes hipótesis sobre los recursos energéticos o sobre políticas energéticas.
[10] POLES puede modular cambios en el valor agregado sectorial y en redistribuciones de actividad entre sectores.
En consecuencia no prevé el impacto total sobre la sociedad de, adaptación o mitigación climática; no obstante cuantifica el costo total al sector energético, incluidas las inversiones necesarias para el desarrollo de tecnologías de bajo carbono.
A pesar de que POLES puede generar cambios en los valores añadidos sectoriales o mutaciones entre ellos, POLES no es un modelo macro-económico puesto que no integra el círculo retroactivo sobre el PIB.
En consecuencia el componente climático del modelo no permite proyectar completamente los depósitos del GEI, sus concentraciones, y las elevaciones de temperatura asociadas al cambio climático de origen humano.