Prostíbulos alemanes en la Segunda Guerra Mundial

Aquellos que poseían un perfil aceptable para ser clientes (Arios), tenían que registrarse dentro de un itinerario (se les era asignado un día específico), y pagar dos reichsmarks por 20 minutos de “servicio”.

[1]​ Existe evidencia (alguna de la cual es controvertida)[6]​ que en algunos prostíbulos, las mujeres podrían haber tenido tatuajes en sus pechos con la inscripción Feld-Hure (Puta del campo).

[7]​ Algunas de ellas fueron forzadas a esterilizaciones y abortos, que frecuentemente resultaban en la muerte.

[10]​ Además de usar los prostíbulos para controlar a los prisioneros, fomentar la colaboración, prevenir disturbios y escapes, Heinrich Himmler también intentó usarlos como un medio para mostrarles a los prisioneros de triángulo rosado “Lo disfrutable del sexo opuesto",[5]​ es decir como una terapia para "curar" su homosexualidad.

Heger afirma que Himmler ordenó que todos los prisioneros gays hicieran visitas obligadas una vez por semana a los prostíbulos del campo, como un medio para "curarlos" de su atracción al mismo sexo.