Prostitución en el Perú

La prostitución en el Perú es permitida con licencia y siempre que se ejerza entre adultos dentro del ámbito privado, aunque aún no está definida su legalidad.

En 1911 se creó el Departamento de Licencias Especiales, organismo que regulaba los establecimientos dedicados al meretricio.

En el artículo 3, inciso 7, define como vagas a las mujeres dedicadas a la prostitución que no se encontraran empadronadas o que no cumplieran con los reglamentos policiales, de sanidad y del decoro público.

[9]​ El acto sexual con un fin comercial es permitido dentro del espacio privado, como parte de la vida íntima de las personas adultas, no así el sexo en espacios públicos, donde ya sea el acto con un intercambio pecuniario o no, se han podido establecer sanciones por atentar a la moral y las buenas costumbres, especialmente mediante ordenanzas municipales.

Para el caso de la prostitución masculina homosexual, en Lima, capital y ciudad más poblada del país, son populares algunos sitios del Cercado, como la plaza San Martín y algunos jirones,[11]​[12]​ donde hombres ejercen libremente la prostitución por las noches, realizando un trato directo con sus clientes.

[19]​ El gobierno peruano reconoce que el turismo sexual con niños es un problema, particularmente en Iquitos, Madre de Dios y Cuzco.

La trata doméstica se da particularmente en los distritos ubicados en los Andes o en la selva amazónica, donde se traslada a niñas menores de edad a ciudades o áreas mineras para trabajar como prostitutas.

[21]​ Existen bandas organizadas criminales que operan como mafias de proxenetas para la prostitución en las calles.