Se considera la primera hiena, al contar con los fósiles más antiguos de la familia Hyaenidae.
[5] La especie tipo y más grande, sus primeros restos fósiles fueron descritos en 1892 por Charles Depéret perteneciendo al género Herpestes (Herpestes crassus)[6] y no sería hasta 1938 que Kretzoi los entendería como un nuevo género, Protictitherium.
[1] Análisis locomotivo de P. crassum sugiere que, con base en las proporciones de su fémur, húmero, pelvis y escápulas, no estaba adaptado a una vida arbórea sino a una locomoción terrestre o cursorial en ambientes boscosos pero un tanto abiertos.
[4] Se le han sinonimado otras cinco especies del género: P. aegeum, P. csakvarense P. gaillardi, P. llopisi, P. thesalonikensis y P.
P. cingulatum posee rasgos más primitivos en su mandíbula, como un protocónido alto en relación con el paracónido del primer molar.