Protocolo de Londres

Cada año corresponde a un momento de relevancia histórica en la que la capital inglesa ha sido clave.

En él quedaba patente la integridad de la federación danesa como "principio esencial y necesaria para Europa".

Sin embargo, Federico VII promulgó un cambio en la línea sucesoria de los ducados que entró en conflicto con el reino escandinavo debido a la oposición del monarca.

Más adelante, ambas partes acordaron permanecer como entidades independientes.

[3]​ Once años después estallaría el conflicto entre Alemania y Dinamarca.

[4]​ Tras ser administrada bajo control austro-pruso, Kiel les fue cedido a estos últimos en 1867.