El proyecto se llevó a cabo entre 1959 y 1960 desde globos de helio en la estratosfera.
El proyecto Excelsior comenzó en 1958 para diseñar un paracaídas que permitiese un descenso seguro para un piloto que se hubiese visto obligado a eyectar su asiento a gran altitud.
En su primer salto, el paracaídas estabilizador se desplegó demasiado pronto enganchándosele en el cuello y haciéndole girar a 120 revoluciones por minuto.
Esto le dejó inconsciente, pero salvó su vida gracias al accionamiento automático del paracaídas principal a 10.000 pies de altura (3.048m) A pesar del desastre del primer intento, Kittinger estaba dispuesto a intentarlo otra vez tan sólo tres semanas después.
Durante el ascenso, la presurización del guante derecho de Kittinger falló y sintió gran dolor en su mano debido a la baja presión, pero decidió no avisar a la base de su problema para poder seguir con el salto.