Proyecto de urbanización es el documento que define la propuesta urbanística en el nivel de más detalle, indica cómo serán las calles y las plazas, así como las zona verde, los taludes o margen de protección, etc., También define cómo y de qué manera se estructuran los servicio urbanos subterráneos o aéreos como: el alcantarillado, los suministro de agua, suministro de gas y suministro de electricidad, tanto de baja tensión como de media tensión y a menudo, también de alta tensión, el teléfono y otras red de telecomunicaciones, etc.[2] Si bien los instrumentos de planeamiento superior o de referencia de un proyecto de urbanización, como los plan parcial o plan especial ya indican y, frecuentemente, esquematizan los servicios urbanísticos, determinando algunos de sus parámetros, no es hasta que se redacta y se aprueba el proyecto de urbanización que las obras a realizar quedan definidas para que puedan ser ejecutadas.
[3] Los proyectos de urbanización principalmente se hacen para concretar las obras de urbanización de los nuevos polígonos, pero el hecho de que todavía haya urbanizaciones antiguas en las que las calles, o no se urbanizar nunca y se debe hacer ahora, o van ser objeto de una urbanización deficiente que hay que reformar, acerca el proyecto de urbanización al ciudadano corriente, inexperto en el tema que además, ha de contribuir económicamente a las obras, mediante las «Contribuciones especiales" o la inclusión en una Unidad de actuación urbanística.
[4] Dado que sus determinaciones no tienen, en general, la relevancia jurídica y económica de instrumento de planeamiento urbanístico, a menudo es menospreciado como un documento secundario, lo que debe considerarse un grave error, sobre todo en las área urbana consolidada, ya que el proyecto de urbanización indica que habrá por delante las casas, qué anchura tendrán las aceras, como serán los bordillos, los vados, las farolas y las papeleras, etc. de toda la urbanización.
Los proyectos de urbanización, están sometidos a evaluación de impacto ambiental (no a evaluación estratégica, al no ser un instrumento de planeamiento).
Asimismo, debe comprobarse la compatibilidad urbanística con la ordenación preexistente.