La detección, el diagnóstico y la evaluación son funciones inherentes al ejercicio profesional del psicólogo, actividades que no siempre se están realizando de manera precisa en el campo laboral, muy en particular cuando de niños se trata.
El padre la describe como “malora”: pega, esconde cosas, se burla de su hermano cuando lo regañan.
Las pruebas psicológicas son instrumentos de los que se vale el psicólogo para llevar a cabo sus evaluaciones y sirven para evaluar distintas áreas de problemas en los niños y adolescentes se han difundido ampliamente en nuestro país.
Para realizarla se enfatiza el enfoque psicodinámico y la utilidad de la entrevista abierta en la práctica clínica.
Esta última también se relaciona con la calificación que otorgan diversos examinadores a una misma respuesta del individuo ante un estímulo dado.
Las pruebas proyectivas pueden considerarse como una situación muestra que permite hacer inferencias acerca de la personalidad (Bellak, 1986).
El padre que va al psicólogo o terapeuta tiene muchas fantasías en relación con este profesional, las cuales se manifestarán en la transferencia.
Podría ser también que por diversas razones el psicólogo se convierta en cómplice de los padres y comprometa al niño en un tratamiento que no es necesario, ya sea, por razones contratransferenciales o por necesidades económicas o de prestigio.
La Psicología clínica se ocupa del individuo y sus problemas con el objetivo de comprenderlo, por ejemplo la principal herramienta de los psicólogos es la entrevista hacia el individuo ya que mediante ella se rescatan la información sobre la persona y le permite al entrevistador indagar sobre los aspectos que le aquejan a la persona.
En las primeras entrevistas es útil averiguar con quien duerme el niño, porque en muchas ocasiones los niños llevados a consulta están participando de los conflictos textuales de los padres: cuando duermen en la misma cama, con ellos es posible que la madre lo utilice como pretexto para evitar las relaciones con su esposo.
Otras veces se propicia en el niño una actividad sexual precoz, y en ocasiones hasta perversa.
Sin embargo no todos los casos son posible debido a las particularidades por lo tanto casi nunca se encuentran entidades nosológicas absolutas como se describen en los manuales, las personas pueden presentar diferentes cuadros con distintos grados de psicopatía.
Hay diversas perspectivas dentro de la psicología clínica (teóricamente hablando) que proporcionan una guía útil para entrevistar a padres, familiares, cuidadores, maestros y por su puesto al mismo niño o adolescente.
Algunos casos especiales que se pueden considerar son: Casos de abuso sexual, maltrato y situaciones traumáticas, como el duelo que se establece por pérdidas estos casos especiales es necesario tomar en cuenta la edad de desarrollo del niño y evaluar a qué nivel corresponden las conductas y habilidades adquiridas, el menor requiere de elaboración, la cual no se consigue sin hablar del suceso, esto puede lograrse a través del juego, los dibujos y otras técnicas que ya se han mencionado.
Las reacciones emocionales más frecuentes de los niños frente a una pérdida o cualquier otra situación traumática son: ansiedad, dificultades en el sueño, tristeza, enojo y tendencia al culpa, auto reproches, problemas escolares y quejas somáticas.
En estas situaciones donde a veces el pequeño desea hablar sobre algo, pero le es sumamente doloroso, los dibujos son especialmente útiles.
A lo largo del tiempo, donde los cambios tecnológicos están a la orden del día y mejorando continuamente, se requiere que las personas estén cada vez más capacitadas en el área que desean desarrollar para así lograr un mejor aprovechamiento de sus habilidades.
Para medir el área intelectual se pueden emplear diversas pruebas, como lo son: Baneta evalúa atención, procesamiento fonológico, repetición, comprensión gramatical, lectura, dictado, aritmética, percepción, memoria.
Con las pruebas de inteligencia es posible evaluar diferentes habilidades, lo que en un momento dado permite no solo conocer el rendimiento intelectual general del individuo, sino también el desarrollo de sus diferentes funciones cognoscitivas o pruebas psicométricas las cuales medirán con una calificación los factores que integran la inteligencia comprensión y razonamiento del niño Entre las poblaciones estudiadas se encuentran las que presentan deficiencias en la atención, dificultades para el aprendizaje, rendimiento insuficiente en la lectura, etcétera.
El objetivo final de toda evaluación psicológica,es comprender al niño como una persona integrada.
Es conveniente referirse al desarrollo del niño tomando en cuenta los diferentes factores que intervienen en él.
En una época fueron básicamente los psicoanalistas quienes se ocuparon principalmente de este tema (Erikson, 1950; Dolto, 1991; Klein, 1945; Winnicott, 1991;, Mahler, Pine y Bergman,1987) En la actualidad, autores que principalmente se habían ocupado de este tema, como Sroufe (1995), dan también importancia al desarrollo emocional del niño y a su relación con el desarrollo cognoscitivo.
Sin embargo, para ello es primordial tomar en cuenta el aspecto subjetivo e individual del desarrollo.
En su primer modelo del aparato psíquico distinguió tres procesos mentales que denominó inconsciente, preconsciente y consciente (Freud, 1900; Manoni, 1997).
No es Freud quien especifica de modo detallado las diversas fases del desarrollo de la sexualidad en el niño, sino los autores que posteriormente retoman esta perspectiva como Abraham (1924) y aquellos otros que ya se mencionaron.
Dentro de esta etapa se distinguen dos fases: la oral-receptiva, que va desde el nacimiento hasta la etapa en la que el niño puede asir diferentes objetos; y la fase oral activo-incorporativa, la cual se caracteriza por los intentos de dominar mediante la incorporación.
Como el centro del placer es la boca, los impulsos agresivos se manifiestan a través de morder, escupir, etcétera.
Se asocian a la madre emociones contradictorias, lo que es el primer descubrimiento de una situación ambivalente.
Como lo menciona Josselyn (1979), existen muchas situaciones que impiden una solución tranquila del conflicto edípico, que van desde los problemas inherentes a esta etapa tal como se da, hasta las características de cada niño y la actitud de los padres.
Así, algunos se mostrarán exhibicionistas a través de hacer chistes o manifestar en forma estruendosa sus emociones, en tanto que en otros la conducta puede ser retraída y tímida.