Por razones lingüísticas, culturales o de mestizaje los madi están estrechamente emparentados con sus vecinos beli, keliko (kaliko), moru, lugbara y lulubo (olu’bo).
De sur a norte, el área se extiende desde Nimule, en la frontera entre Sudán del Sur y Uganda, hasta el río Unyama, donde los madi se mezclan con los acholi, los bari y los lolubo.
Los registros son estimativos, pero en torno al 4000 a. C. el grupo negroide comienza su dispersión por el continente africano.
[9] La siguiente migración registrada se dirige al norte, a la región de Bar el Ghazal, en el Sudán meridional.
Encuentro del que nacerán, entre otros, los pueblos patiko, nvimure, padibe, atyak , o kwong, koc , bagaya, aliba, laropi, parabongo, paero y pagayas.
[10] Seguirán otras oleadas migratorias en las que la cultura luo predominará sobre la madi, aproximadamente entre los siglos XIII y XIV.
Otros grupos se trasladaron al norte del lago Kyoga y terminaron integrados en la etnia alur.