El único puente existente formaba parte del recorrido de la antigua carretera Nacional II, y la gran popularización del automóvil en los años 60 provocó que se generaran graves y frecuentes colapsos circulatorios.
[1] Los vehículos entraban por la actual Avenida Tarradellas de Cappont, cruzaban el puente y atravesaban parte de la ciudad por la fachada litoral.
En 1970 el gobierno franquista anunció la creación de una variante para desviar la carretera nacional que incluía la construcción de un nuevo puente.
Esta nomenclatura se mantiene a la actualidad aún y con la construcción posterior de otros puentes sobre el río Segre.
El 2009 se anunció que se reformarían las aceras del puente, sustituyendo lo guarda-raíles que protege a los peatones por una barandilla de aspecto más urbano.