Su forma se relaciona con la estética del siglo XVII : funcional, armonioso y de elegante porte.
Esto se mantuvo en la siguiente centuria, pero supuso su reconstrucción parcial.
Este puente es del siglo XVII, se encuentra en una zona que está romanizada, la cual tuvo un gran desarrollo en la Edad Media (debía de existir un puente ya entonces, pero el actual se corresponde con el siglo XVII aunque con modificaciones del siglo XVIII[2] y partiendo de lo que había en el siglo XVI[3]).
En los años 60, Pedro Díaz Palacios seguía con un proyecto de reconstrucción.
En 1711, se encontraba en muy mal estado y por eso cuatro años después Enrique de Shopeña y Juan Pérez de Vicuña, reparaban una cuarta parte del puente.