En realidad, de este tema existen dos versiones diferentes: una en París y otra en Ottawa (Canadá).
Se exhibe actualmente en el Museo del Louvre de París, por donación de Étienne Moreau-Nélaton (1906).
Se caracteriza por la libertad en el toque pictórico y en la perspectiva asumida.
El pintor capta la luz con inusual espontaneidad.
Se inscribe en la tradición noble del paisaje neoclásico.