Fueran construidas por la Fàbrica de Murs y Valls (Fábrica de Muros y Valladares) primero y después por la Fábrica Nova del Riu (Fábrica Nueva del Río) desde 1590, para salvaguardar la ciudad de las crecidas periódicas del Turia.
Al mismo tiempo que se cerró la puerta del Temple o de Bab el Shadchar y se abriría la nueva Puerta del Real.
El Puente del Real comunicaba una de las zonas más importantes de la ciudad, con el Palacio Real, sus jardines y el paseo del Prado (hoy la Alameda).
Han sido restaurados en el 2016, sacando el contraste cromático entre piedras perdido por la contaminación.
En 1968 se ensanchó hasta veintiséis metros, suprimiéndose las escalinatas que bajaban al lecho.