Fue inaugurado en 1931 y hasta 1957 fue levadizo a contrapeso hidráulico, único en todo el mundo.
En el año 1929, se le fue adjudicada la construcción de las bases a la empresa alemana Dyckerhoff & Widmann, al ingeniero argentino Mario José Rovere[2] la dirección del proyecto y a la empresa metalúrgica también alemana Gutehoffnungshjütte, la construcción de los cuatro tramos metálicos.
La calzada está asfaltada en su totalidad en la actualidad pero en sus inicios el tramo basculante era de madera.
Para mover el puente, los piñones terminales de la cabina engranaban en una cremallera superior arrastrándolo consigo.
Durante este movimiento la cabina se desplazaba rodando por medio de su carro y al mismo tiempo los enormes segmentos inferiores engranaban en otra poderosa cremallera inferior, que forma parte común con el tramo de ribera.