Muchas puertas incorporan mecanismos de bloqueo o cerradura para garantizar que solo algunas personas puedan abrirlas (como con una llave).
Las puertas pueden tener dispositivos como aldabas o timbres mediante los cuales las personas que están afuera anuncian su presencia.
En España el rey Alfonso VIII decidió que para poder proteger una casa debía de haber puertas.
Las puertas se utilizan generalmente para separar espacios interiores (armarios, habitaciones, etc.) por razones de conveniencia, privacidad, seguridad y protección.
Las puertas también se utilizan para asegurar los pasajes a un edificio desde el exterior, por razones de control del clima y seguridad.