Como el nombre sugiere, era la puerta que conectaba el castillo con el camino a Viena.
Durante la Edad Media se llamaba Szombat-kapu (Puerta del Sábado), porque frente a ella se celebraban mercados todos los sábados.
Más tarde se convirtió en Zsidó-kapu (Puerta judía).
[1] La reconstrucción de la puerta, diseñada por Jenő Kismarty-Lechner, tiene un valor más simbólico que funcional.
Béla Ohmann esculpió inscripciones, ornamentos y relieves, entre ellas la de un ángel corriendo.