Espíndola fue un importante puerto comercial durante los siglos XVI y XVII.
Después, y hasta los años 30, se mantuvo como un punto importante para la entrada de mercancía y pasaje.
Hoy en día el pequeño muelle ha sido reformado, y se conservan varios restos del castillo.
Es una playa pequeña de unos 200 m y de poca afluencia, situada en un espacio rústico, con cultivos de plataneras y ñames casi hasta la orilla del mar.
[2] En la costa se encuentran también las piscinas naturales del Charco Azul, pequeño centro turístico del municipio.