Considerado el puerto flotante más grande del mundo,[2] sirve a los estados de Amazonas, Roraima, Rondonia, Acre y áreas del norte de Mato Grosso.
Fue diseñado por los ingleses e inaugurado en 1907, cuando la ciudad estaba en el apogeo de la fiebre del caucho.
Actualmente es administrado por el Gobierno del Estado de Amazonas.
Su estructura permite recibir varios barcos de cualquier tamaño, incluso durante el gran reflujo.
La segunda parte es el muelle que conecta los transbordadores flotantes con el puente móvil.