Punch (banda)

A pesar de su breve actividad y escaso éxito de ventas, Punch ha quedado en la historiografía del rock argentino como una banda importante, ya que fue de las primeras en hacer new wave en Argentina, en tiempos en que el público roquero argentino todavía estaba apegado al folk y la música progresiva.

Su canción «La gente del futuro» logró el puesto 65° en el ranking de las 100 mejores canciones del rock argentino por la Rolling Stone Argentina y MTV en 2002 y el puesto 21° en un ranking similar hecho en 2007 por Rock.com.ar,[1]​ Miguel Cantilo, ex Pedro y Pablo, fue convocado por Isa Portugheis, Carlos Enrique (Quique) Gornatti y Morcy Requena, mientras se encontraba viviendo en Ibiza España para incorporarse a un nuevo grupo musical para trabajar en Mallorca, cuyo nombre fue Cábala, con el que lograron sobrevivir trabajando como músicos en locales y pubs de Baleares, durante el autoexilio general debido al golpe de Estado autodenominado Proceso de Reorganización Nacional que se produjo el 24 de marzo de 1976.

Con el tiempo se le integró el músico de Pamplona, Fernando Huici y se comenzó a preparar en casa de Isa Portugheis, un material propio y versiones de los éxitos de rock argentino; con dicho material giraron durante un año y medio, se presentaron exclusivamente en Mallorca y llegaron a grabar una maqueta con el productor Jorge Álvarez.

Como consecuencia del mencionado estancamiento musical, los mayores defectos que se le achacaban al rock progresivo (tomarse a sí mismo demasiado en serio, ser demasiado frío, demasiado intelectual, demasiado lento y parsimonioso, demasiado proclive a los solos interminables, falto de espontaneidad, poco predispuesto al baile y a la diversión, poco accesible para ganarse la popularidad de las masas, poco atractivo para el público femenino) se fueron haciendo cada vez más evidentes, al quedar largos años como la única propuesta visible de rock en el ambiente argentino.

Además, a largo plazo este lanzamiento fue importante en la historia del rock argentino, pues fue el primer atisbo de que ya estaban empezando a darse los primeros pasos para realizar la renovación musical en el ambiente argentino.

Adonde quiera que voy (1980) fue un disco adelantadísimo, tanto en música como en estética, para el panorama musical argentino de la época, anticipándose a la posterior explosión de la new wave en Latinoamérica que protagonizarían bandas como Soda Stereo y Los Enanitos Verdes . No obstante, la respuesta del público, demasiado apegado a la etapa folk de Miguel Cantilo , fue muy fría.