[2]Tratando de poner freno a los abusos sexuales que sufren las mujeres en las fiestas, vecinas autoorganizadas y asociaciones feministas de ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao o Pamplona, se plantearon cómo actuar para prevenir los agresiones sexuales en entornos de diversión y cómo ayudar a las mujeres que ya han sufrido acoso, abuso o incluso violación.
[3] Pamplona, en los Sanfermines de 2015, fue el primer ayuntamiento que montó una caseta para dar información sobre agresiones sexuales.
[cita requerida] Desde entonces, le han seguido otras ciudades y pueblos de toda la geografía española.
Los puntos violeta son atendidos por personas voluntarias, que previamente han recibido formación contra las agresiones sexistas en fiestas.
[4] En determinados ayuntamientos, la visibilización, la concienciación y la prevención de las agresiones sexistas a mujeres que representan los puntos violeta se ha enmarcado dentro las actuaciones que nacen del Pacto de Estado contra la Violencia Machista.