Por último, una vez que esté madura, se vierte esa masa en el recipiente final.
Es un queso blando, untuoso y sin materia grasa puesto que ésta se retiró durante el proceso de coagulación.
Su sabor también es muy fuerte y es el queso más picante de todos los que se producen en el Principado.
Debido a su consistencia pastosa se ofrece en tarrinas de barro, llamadas tarreñes.
Se celebra un festival gastronómico dedicado a este queso el primer o segundo domingo de junio.