Es probable que se conserve alguno a lo largo del Valle pero sus restos siempre son muy discutibles.
Son varios los yacimientos que se conservan en Turón, la mayoría en la zona alta del Valle entre Villandio, Armiello y Urbiés.
Tampoco hay constancia de la incorporación a la Edad Media del valle.
Las únicas pistas de las que se dispone son toponímicas: nombres como Villandio o Villapendi remiten a posibles villas romanas que incluso pueden ser posteriores como pervivencia del pasado; otros nombres del lugar como Sesnendi remiten a posesores con nombres germánicos que pueden remontarse a la Alta Edad Media.
Todos estos datos permiten saber que Turón contaba con una importante densidad de población.
Con la invasión Napoleónica los franceses llegan al Valle de Turón y lo ocupan.
Sin embargo en la segunda mitad del siglo se empezaron a poner en marcha grandes empresas mineras que ven la importancia de los yacimientos de hulla y sus posibilidades para la industria siderúrgica.
Durante esta época muchos fueron los que llegaron a Turón desde numerosas regiones españolas para buscar en las minas un trabajo estable.
Numerosas asociaciones de vecinos luchan por mantener con vida el valle así como los servicios básicos como educación y sanidad.