Las quetas, también setas o cerdas,[1] son estructuras pilosas en forma de cerdas, propias de algunos anélidos y de algunos artrópodos.
La función de las quetas es táctil y locomotriz.
Su componente principal es la quitina, un polisacárido de unidades de N-Acetilglucosamina que es habitualmente indigerible y que tiene una función estructural gracias a su gran facilidad para crear puentes de hidrógeno entre sus cadenas.