Escévola fue elegido cuestor alrededor del año 108 a. C., tribuno de la plebe en el año 106 a. C., edil curul antes del año 98 a. C., pretor antes del año 97 a. C., cuando ya era gobernador en Asia, y cónsul en 95 a. C. En este último cargo, junto con su cuñado Lucio Licinio Craso como colega consular, presentó una ley, la lex Licinia Mucia de civibus regundis, que se aprobó en el Senado y que denegaba la ciudadanía a todos los ciudadanos que se hubieran inscrito ilegalmente en el censo de los censores Marco Antonio Orator y Valerio Flaco y que además administraba serios castigos como confiscación de bienes, expulsión del lugar de residencia, flagelación, etc.[1] Esta ley fue uno de los principales factores que motivó la guerra Social.
Escévola publicó un edicto que sirvió como modelo para muchos gobernadores en cuestiones de administración y gestión del capital.
Escévola fue el autor de un tratado de derechos civiles (Jus civile primus constituit generatim in libros decem et octo redigend) que, recogido en dieciocho libros, compilaba y sistematizaba el derecho romano sin precedentes.
Intentó aplicar al Ius Civile el método derivado de la dialéctica aristotélica y estoica.
Entre sus propios discípulos se encuentran Papirio, Lucio Balbo[cita requerida] y Cayo Aquilio Galo,[4] a quién se atribuye la creación de las cláusulas para la institución de descendientes póstumos, así como Cicerón.