Luego fichó por el C. D. Tenerife, recién ascendido a primera división, donde vivió sus mejores años como profesional, coincidiendo con la edad dorada del club.
Esa temporada jugó 33 partidos y anotó 10 goles, su mejor registro goleador en la máxima categoría.
Aunque el madrileño llegaba en su mejor momento profesional, no consiguió hacerse un hueco en la competida delantera del Dream Team.
Tras finalizar su contrato con el club hispalense, la temporada 1996-97 fichó por el C. F. Extremadura, que ese año debutaba en Primera División.
Con los extremeños jugó 37 partidos en los que anotó un gol, aunque abandonó el equipo al finalizar la temporada, tras consumarse el descenso.