La palabra ránula proviene del latín que significa rana, debido a su apariencia comparable a la garganta de un sapo.
A diferencia de un mucocele salival, una ránula no está revestida por epitelio.
Una ránula es por lo general asintomática, aunque puede con el tiempo cambiar de tamaño, encogiéndose o hinchándose, haciendo que una ránula sea considerablemente difícil de detectar.
Cierto malestar y dolor puede estar asociado a estas ránulas de gran tamaño.
Hay muy poca morbilidad y mortalidad en conexión con el tratamiento indicado para una ránula.