El fondo de la ría es estrecho, dominado por la influencia fluvial y atravesado por la autovía del Cantábrico.
Según se avanza hacia el mar se encuentran páramos intermareales cada vez más amplios con vegetación perimetral típica de las marismas.
La ría se abre al mar entre dos montes escarpados, apareciendo al este la playa del Sable.
También al este aparece una zona limitada por diques que regulan el paso de la marea a unas lagunas utilizadas por una piscifactoría.
En otros tiempos tuvo relativa importancia el muelle de Muñorrodero, llamado puerto de Reocín, a donde desde al menos 1404 llegaba el mineral de hierro para las ferrerías de la cuenca del Nansa.