No debe ser confundido con el río Saona (en francés Saône), principal afluente del Ródano.
De caudal muy escaso, en los años con pocas precipitaciones suele estar completamente seco en casi todo su recorrido.
Se trata de un río profundamente humanizado desde su mismo nacimiento (nace en una piscina), y prácticamente es un canal excavado entre cultivos.
Si bien actualmente la vegetación de ribera casi ha desaparecido, antiguamente existían grandes choperas y olmedas en las márgenes del río.
Aunque en la actualidad haya pasado a ser un río casi olvidado debido a su escaso caudal y a la desecación de su nacimiento, históricamente ha tenido cierta importancia, como lo atestiguan los numerosos molinos de agua (hasta 7) que hubo en su corto recorrido.