Se encuentra altamente contaminado por desechos industriales y cloacales provenientes de la cuenca del río Reconquista.
El régimen de mareas fluviomarítimo que afecta al estuario del Plata y Delta del Paraná contribuye a diluir sus aguas y disimular su estado.
Sin embargo el olor fétido, la mortandad de peces y la basura que flota evidencian la situación ecológica.
En sus orillas se ubican importantes centros de recreación, clubes de remo y el embarcadero de lanchas colectivas (servicio provisto por 3 empresas) y catamaranes que llevan pasajeros al Delta del Paraná, Nueva Palmira y Carmelo.
Sobre este río se desarrolla una gran actividad de transporte desarrollado por catamaranes turísticos y por lanchas colectivas, las cuales tienen horarios e itinerarios regulares y zarpan de la Estación Fluvial de Tigre, estando ubicada en una zona muy turística con muchos centros de esparcimiento.