Un segundo piso fue añadido, aproximadamente, en 1873 y en 1869 Pio Pico vendió su mitad al sur del Valle de San Fernando a Isaac Lankershim.
Mantuvieron el adobe hasta los últimos años de 1890 y lo utilizaron como una estancia nocturna para las visitas que hacían al valle.
[2][2] La estructura vacante sufrió un deterioro muy fuerte y fue víctima de vandalismos durante las primeras dos décadas del siglo XX.
Algunos inclusive levantaron los pisos, cavaron el suelo y derrumbaron paredes con la esperanza de encontrar oro o tesoros escondidos.
El adobe está dirigido por la Sociedad Histórica del Valle de San Fernando, misma que restauró el interior y opera un "museo viviente" en el lugar.
El adobe también es utilizado para las reuniones mensuales de la Sociedad Histórica, bodas, recepciones, almuerzos, cenas, y picnics.