Růžena Maturová

Nacida en Praga, Bohemia, fue la soprano principal del Teatro Nacional de esa ciudad y creó papeles en varias óperas, entre ellas tres de Antonín Dvořák: la princesa de El diablo y Catalina (1898), y los papeles principales de Rusalka (1901) y Armida (1904).

[1]​ Tras retirarse de los escenarios en 1910, dio clases de canto en Praga.

Su alumna más famosa fue la contralto Marta Krásová.

Maturová también apareció en cuatro películas mudas a principios de la década de 1920.

Růžena Maturová murió en Praga en 1938 a la edad de 68 años.