Prestó servicios en el Hospital Militar Central y en el Hospital Nacional de Neurocirugía, y fue discípulo de Ramón Carrillo.
En fue 1957 profesor de neurocirugía, y dos años más tarde creó un centro para el estudio de las patologías del sistema nervioso, tanto central como periférico.
En 1989, en el Sanatorio Güemes, en ocasión de una visita por la delicada salud cardíaca del empresario peronista e íntimo de Perón Jorge Antonio, le vaticina a su amigo, el cardiólogo intervencionista Luis M. de la Fuente, por entonces cardiólogo jefe y pionero en ese Sanatorio y quien estaba interviniendo mediante angioplastia coronaria al íntimo de Perón: que la angioplastia coronaria iba en muchos casos a reemplazar al bypass aorto coronario.
Entre 1955 y 1970 participó activamente junto con Arturo Jauretche, José María Rosa, Raúl Scalabrini Ortiz, José Luis Muñoz Azpiri, etc. en las reuniones que se hacían en el Estudio del Dr Jorge Ramos Mejía, donde funcionaba la redacción de los semanarios «Azul y Blanco» y «Segunda República» que dirigían Marcelo Sánchez Sorondo, Ricardo Curutchet y Luis Rivet.
Casado con Elsa y padre de seis hijos, algunos de ellos continuaron su profesión como el que lleva su primer nombre y se llama Raúl V. Matera.