La comarca maragata está situada en un punto estratégico en las comunicaciones del interior de la península y Galicia.
La decadencia de esta casta comenzó con la llegada del ferrocarril a Astorga en 1866.
Sus principales reclamos turísticos son su arquitectura típica, su gastronomía (con el cocido maragato como estandarte), y su ubicación en el Camino de Santiago.
Los restaurantes más conocidos del pueblo están situados en casas maragatas rehabilitadas para ese menester.
En 2001 se fundó la abadía benedictina de "San Salvador del Monte Irago".