Radioisótopo extinto

Un radionucleido extinto o radionúclido extinto es un radionucleido que se formó por nucleosíntesis antes de la formación del Sistema solar, hace unos 4.600 millones de años, y se incorporó a él, pero desde entonces se ha descompuesto a una abundancia prácticamente nula, debido a que tiene una vida media más corta que aproximadamente 100 millones de años.

Los radioisótopos de vida corta que se encuentran en la naturaleza son generados o rellenados continuamente por procesos naturales, como los rayos cósmicos (nucleidos cosmogénicos), la radiación de fondo o la cadena de desintegración o la fisión espontánea de isótopos de vida muy larga, como los del uranio y los del torio.

Los isótopos de vida corta que no son generados o rellenados por procesos naturales.

Ejemplos de radionúclidos extintos incluyen el yodo-129 (el primero en notarse en 1960, inferido del exceso de concentraciones de xenón-129 en los meteoritos, en el sistema de datación con xenón-yodo), aluminio-26 (inferido del magnesio-26 extra encontrado en los meteoritos), y el hierro-60.

El Sistema solar y la Tierra se formaron a partir de nucleidos primordiales y nucleidos extintos.