Rafael Aguilera (Ayamonte, Huelva; 1903 - Íd, 1998) fue un pintor español de estilo naif, corriente artística caracterizada por la ingenuidad y espontaneidad, el autodidactismo de los artistas, los colores brillantes y la perspectiva no científica.
Desde muy joven se sintió atraído por la pintura, aunque no recibió nunca una formación reglada, desarrolló un estilo propio de forma autodidacta.
Su hijo Florencio Aguilera (Ayamonte, 1947) es también un pintor de prestigio que continúa la tradición familiar y recibió en el año 2012 la medalla de Andalucía en reconocimiento a su obra.
[2][3][4] Su obra que ha sido catalogada como naif, se caracteriza su gran originalidad, rigor en la ejecución, alegre colorido, rasgos caricaturescos de los personajes representados y gran riqueza de elementos ambientales y decorativos.
Sus pinturas retratan festejos populares, espectáculos y acciones cotidianas, por lo que pueden considerarse como testimonio o crónica de la vida en su ciudad.