Sus años escolares transcurren en el Colegio Helvetia, donde su inclinación literaria comienza a hacerse evidente por la participación en obras de teatro.Lo cierto es que Chaparro Madiedo no era sólo el intelectual con un cigarrillo en los labios que se puede ver en sus fotografías, sino alguien con un gran sentido del humor, que desde su infancia gustaba del deporte y los juegos, fue aficionado del fútbol y le agradaba compartir tiempo con sus amigos.
Allí funda la revista Hojalata junto a dos compañeros suyos, Andrés Huertas y Felipe Castañeda.
Esta publicación, de la cual el gobierno sospechó que fuese revolucionaria, hizo que Chaparro Madiedo fuera investigado formalmente, pero el asunto no tuvo consecuencias y no se formuló ningún cargo en su contra.
La novela, Opio en las nubes, cuyo ritmo y mezcla de técnicas narrativas hacen pensar en un James Joyce influenciado por el LSD y adicto al rock, ha sido duramente atacada por la crítica literaria más conservadora, que la considera una obra banal.
Pero es incuestionable que su éxito entre el público —principalmente juvenil— trasciende su país de origen y es leído en diferentes partes del mundo.
Tropo editores, 2012 A mediados del año 2012 la editorial española Tropo consigue editar la novela por primera vez luego de dialogar con el padre del escritor quien era el único poseedor de los derechos sobre la obra.
En ese momento Chaparro, que estaba buscando un título para el mencionado libro de cuentos, le preguntó a Claudia si podía usarlo.