Poseedor de una zurda educada, destacó con el cuadro auriazul por sus buenas cualidades en el campo, aunque sin duda sus mejores momentos, los que lo encumbraron en su carrera los vivió con los Diablos Rojos del Toluca, con quienes logró salir campeón de liga en cuatro ocasiones.
Debutó en la temporada 92-93 en un partido celebrado en Ciudad Universitaria frente al Guadalajara, que en esa ocasión victimaron a los felinos por 1-2.
Le llevó un tiempo el proceso que antes se llevaba en los jóvenes que debutaban en el primer equipo para establecerse como un titular indiscutible, pero finalmente a partir de la temporada 94-95, logra ese cometido al disputar 32 partidos y marcar 8 goles.
Junto a Braulio eran los volantes creativos del club y tuvieron buenos partidos.
Desafortunadamente fue un grupo que no logró ningún título de liga y su etapa como puma llegaría a su fin tras el Verano 98.
Tras destacar con los Diablos Rojos, es llamado a la Selección nacional por quien hoy día es su suegro, Ricardo La Volpe.