Rafael Hernández León

Contrajo matrimonio con María Enriqueta Pérez Guanches, de cuya unión nacieron cinco hijos: Manuel Francisco, Enrique, Rafael, Jesús María y Víctor Ángel, educados musicalmente por él.

Entre sus obras populares destacan los valses: Diamantes Negros, Así es Marina, Pensamiento y Crepuscular.

Él en persona sembró los chaguaramos que por muchos años adornaron los jardines de la plaza.

Fundó en Cagua una botica que denominó Independencia en la cual se expendían medicinas a precios populares.

A la par dirigió un medio informativo que llamó La mano del Mortero.