David Marren, con gran experiencia en la Fórmula 1, actuó como consejero delegado.
Ese año marcó la primera prueba del WRC celebrada en la isla de Irlanda.
Sligo fue la sede central del Rally, aunque la prueba se desarrolló en otros siete condados, tanto de la República como de Irlanda del Norte.
El Rally se abrió con una especial en terrenos del Parlamento de Irlanda del Norte en Stormont, Belfast (condado de Antrim).
El ganador del rally fue Sébastien Loeb del equipo Citroën a bordo de un C4 WRC, quien consiguió así su 36º victoria en el Campeonato Mundial, segundo fue su compañero de equipo, Dani Sordo y tercero el finlandés Jari-Matti Latvala con un Ford Focus RS WRC.