Dentro de la Generación del Medio Siglo se ubicó en el grupo de Barcelona, donde reside desde 1955 y donde conoció, gracias a su amigo Carlos Cortés, a Carlos Barral, para quien hizo traducciones, Jaime Gil de Biedma y a los hermanos Goytisolo, amistando en particular con el poeta en catalán Salvador Espriú.
Como autor dramático pasó del realismo de La Hoya (1966), su primera pieza, al esperpento de Guadaña al resucitado (1969), sobre el caciquismo, y cuyo personaje principal puede identificarse con Francisco Franco, aunque esto pasó desapercibido para la censura; La bojiganga (estrenada en 1971, revisada en 1980) y El doble otoño de mamá bis (casi una Fedra) (estrenada en 1979).
Estas tres obras se han publicado en el volumen Teatro (Zaragoza, 1980); también escribió guiones de televisión.
En toda su obra son constantes dos elementos: la localización aragonesa y la difícil inserción social de los que anteponen la honestidad al beneficio personal.
Trata las relaciones del hombre con el poder, el caciquismo, la emigración, la guerra... Su estilo es muy puro y cuida especialmente la oralidad de la palabra.