Por ello, también su apellido materno siempre fue mal escrito: no era Villalonga, sino Vilallonga, un linaje tarraconés.
[2] Como gobernador ordenó o dirigió tres expediciones de reconocimiento del archipiélago.
[1] En 1789 dirigió una expedición a la Patagonia,[4] con el objetivo de levantar planos de la zona, verificar la supuesta presencia de navíos extranjeros que se dedicaban a la caza de lobos marinos y ballenas y de posibles asentamientos en la costa que pudieran estos utilizar como base, así como de sondear las intenciones de los indios y localizar la isla Pepys, conocida por los españoles como La Catalana, la cual era una incógnita cartográfica que deseaban desvelar los almirantazgos europeos, debiendo dirigirse una vez acabada la misión a las Malvinas para relevar a de Mesa en el gobierno del archipiélago y entregarle toda la documentación relativa a la expedición para que este la llevase a las autoridades cuando llegase a Buenos Aires.
[3] La expedición sobresalió en la inspección y definición cartográfica de Puerto Deseado, sin embargo no puede considerarse como un gran éxito debido posiblemente a la complejidad logística y al fracaso en la búsqueda de la isla Pepys.
[4] Seis meses más tarde fue nombrado Capitán de navío, regresando a España en 1791.