La rambla recorre una antigua cuenca marina, que ha sido modelada por efectos de la erosión (viento, lluvia, sol...) y ha dado lugar a cárcavas que han modelado un paisaje espectacular.
[4] El Desierto de Tabernas constituye un entorno peculiar formado por colinas de escasa altitud y abarrancamientos producidos por la erosión.
Las escasas lluvias y el alto grado de salinidad del suelo condicionan la existencia de una vegetación particular, en la que destacan los tomillares y algunos endemismos almerienses como Euzomodendron bourgaeanum y Coris hispanica.
En el cauce de la rambla de Tabernas, de aguas esporádicas, se ha adaptado especies como el salao negro (Salsola oppositifolia) y la sosa fina (Suaeda vera).
En primavera crece una curiosa especie conocida vulgarmente como jopo de lobo (Cynomorium coccineum).