Actualmente, el poblamiento es disperso, caseríos y cortijos aislados que no suman más de 50 habitantes.
En los márgenes de las ramblas está presente vegetación de tipo hidrófilo que en algunos tramos llegan a constituir bosques en galería, al igual que sucede en ramblas como Béjar o Vilerda, constituyendo una defensa frente a la erosión ocasionada por las avenidas.
Está presente el taray (Tamaricetum gallicae) junto a matorrales de graveras de ríos y ramblas, dominados por la cerraja lanuda (Andryala ragusina) o la carra (Mercurialis tomentosa).
[1] Como sucede en otras ramblas de las inmediaciones (Béjar, Vilerda o Nogalte), en Talancón se documenta una ocupación que se remonta al menos a la Edad del Bronce.
Se conocen dos yacimientos arqueológicos junto a la rambla, Talancón y Peña de los Escuderos.