Durante la infancia de Raquel, su familia se instaló en Poltava, Ucrania donde asistió a la escuela judía rusófona.
Decidieron quedarse en Palestina como pioneras sionistas y aprendieron hebreo escuchando a los niños de las guarderías.
En Kinneret conoció al ideólogo sionista, Aharon David Gordon, quien influyó mucho en ella y a quien dedicó su primer poema en hebreo.
[3] En tales situaciones, solo quería volver a Palestina, y pudo hacerlo en 1919 al acabarse la guerra.
Raquel comenzó a escribir en ruso, pero la mayor parte de sus poemas está en hebreo y casi todos están datados en los últimos seis años de vida y sobre todo están escritos en pequeñas notas que enviaba a sus amigos.