Siguiendo el valle hacia arriba se encuentra el paso fronterizo de Rateče con Italia.
Rateče es la localidad eslovena más próxima a la cima del monte Peč (también conocido como Tromeja, "triple frontera"), el punto en el que se encuentran las fronteras de Austria, Italia y Eslovenia.
Otros edificios históricos de la localidad son la iglesia del Espíritu Santo y un museo etnográfico que se alberga en la casa Kajžnk, una granja restaurada del siglo XIX.
Debido al clima extremo, los habitantes se dedican principalmente a la ganadería, dependiendo de los pastos en altitud en el verano.
El turismo es importante para la economía local; existen casas de vacaciones en la zona.