Los turistas y forasteros curiosos conducían por la carretera esperando encontrarse con un mítico "Green Man", pero algunos de ellos se decepcionaban al no ver a esa persona.
Sin embargo, estos transmitieron historias sobre él a sus hijos y nietos, sin embargo, las personas que crecieron oyendo estas historias, se sorprendían al descubrir que Raymond era una persona real.
Robinson sobrevivió, desafiando las expectativas de los médicos, pero quedó gravemente desfigurado: Raymond perdió los ojos, la nariz y el brazo derecho.
Sin embargo, por la noche, daba largos paseos por un tramo poco transitado de la ruta estatal 351, tanteando el camino con un bastón, grupos de lugareños se reunían regularmente para buscarlo caminando por la carretera.
Algunos paseantes eran amistosos, otros sin embargo eran crueles, pero ninguno de aquellos encuentros evitó que Robinson llevara a cabo sus paseos nocturnos.