Recibió la Medalla Florence Nightingale en 1975 por salvar a cuatrocientos soldados heridos durante la Segunda Guerra Mundial.
[2] En 1941, rogó a la junta militar local que le permitiera servir en el ejército como médica para ayudar en el esfuerzo bélico, como había leído en el periódico sobre la formación de una división militar formada por reclutas kazajos en Shymkent.
Durante la guerra, resultó herida en dos ocasiones, la segunda vez de forma bastante grave.
Sin embargo, continuó rescatando soldados heridos después de vendarse la rodilla izquierda hasta que un oficial insistió en que se tomara un descanso y fuera al hospital para no perder la pierna.
En 1975 fue honrada con la medalla Florence Nightingale otorgada por el Comité Internacional de la Cruz Roja.