El monasterio cuenta con varias alas separadas por un patio central, la capilla , las celdas, el huerto y la zona del albergue.
En los muros interiores se adosan cuatro pares de columnas pareadas de orden corintio, apoyados sobre plinto y grandes volutas, que generan arcos fajones ligeramente rebajados que dividen la nave en cuatro tramos con hornacinas abiertas en los paramentos.
Sobre las columnas se desarrolla una cornisa que recorre el interior del templo y desde la cual parte la bóveda de cañón sobre arcos fajones.
El conjunto del retablo está rematado por un ático cuadrangular presidido por un relieve policromado que representa a la Santísima Trinidad.
En el ángulo noroccidental, próximo a la huerta, se emplaza la escalera principal de tipo imperial.
Los peldaños cuentan con mamperlanes de madera y azulejos policromados con motivos florales originales.
Las paredes, hasta la galería superior, están decoradas con azulejos polícromos de motivos florales.
En el ángulo noreste de la galería inferior se localiza el refectorio, una sencilla sala rectangular que conserva una armadura sustentada por jácenas sobre ménsulas.
En la galería superior se ubican las antiguas celdas de las monjas, en las crujías suroeste y noroeste del edificio.
El huerto, al noroeste, es un espacio abierto de planta rectangular irregular en cuyo centro se ubica una alberca cuadrada cubierta por un emparrado.
Exteriormente el conjunto conventual presenta tres fachadas, ya que por el noreste el edificio se encuentra anexo a otras construcciones.