El Consejo de Castilla remitió esta obra a distintos magistrados y párrocos de Castilla, así como a los obispos.
En el caso de Segovia era obispo Alonso Marcos de Llanes, quién siguió la iniciativa llevada a cabo por la Real Sociedad Económica Matritense.
El Consejo de Castilla accedió a esta petición, permitiendo que sus reuniones se realizasen en las casas consistoriales de la ciudad.
Posteriormente, el industrial José Manuel Ramiro solicitó al Consejo el establecimiento de una sociedad económica, mandando este tribunal que el corregidor Francisco Vicente del Corral se informase al respecto.
Finalmente, este último mandó que se hiciese sesión para elegir los primeros cargos en marzo de 1780 precisamente en las casas consistoriales.