Rebautismo

El rebautismo (del prefijo de repetición re- y bautismo) es el bautismo de una persona que ya había sido bautizada anteriormente.

Alegaban también en su favor la tradición de sus Iglesias: es constante que esta tradición no pasa del siglo II en África, ni del obispo Agripino que había precedido a San Cipriano y había ocupado su silla muchos años.

Aún amenazó a unos y a otros con separarlos de la comunión, pero se disputa sobre si efectivamente los excomulgó.

Hasta entonces la práctica de la Iglesia era tener por válido el bautismo administrado por los herejes a no ser que alterasen la fórmula que había prescrito Jesucristo.

[2]​ Uno de los movimientos surgidos a raíz de la Reforma protestante, el anabaptismo, se opone al bautismo infantil y preconiza retrasar el bautismo hasta que la persona ya haya manifestado su fe.